sábado, 17 de enero de 2015
¿Sabías que el llanto de las mujeres disminuye la excitación sexual de los hombres?
Algunos pensarán que hay cierta belleza en la imagen de una mujer que llora en una película, sobre todo si se trata de un personaje profundo que da muestra de gran sensibilidad. Claro, no todas las personas asocian ese tipo de manifestaciones sensibles a algo bello o placentero, pero muchas lo hacen. En realidad, ante una imagen tal lo máximo que se puede sentir es conmoción, compasión o admiración. Si en algún momento todo esto viene entendido como belleza, se trata de la belleza de la especie humana, y no de la belleza de la mujer como arma de seducción, ya que está comprobado que, químicamente, las lágrimas tienden a reducir la respuesta sexual de un hombre.El sexo es un fenómeno que puede ser analizado de diferentes maneras. Millones de estudiosos han intentado entender el sexo desde el punto de vista social, psicológico e incluso económico. Pero independientemente de los complejos mecanismos que se desatan en la mente de un ser humano, el sexo es una actividad regulada por la química del cuerpo. El cuerpo produce o deja de producir hormonas para favorecer una mayor o menor cantidad de sexo, siempre con el objetivo de preservar la especie. Así pues el instituto Weizman de Rehovot, en Israel, realizó un interesante experimento que demostró de que manera el comportamiento sexual de un hombre puede estar condicionado por flujos corpóreos como las lágrimas.
Los expertos del instituto Weizman pidieron a un grupo de voluntarios que, a través del olfato, distinguieran un pañuelo mojado con lágrimas femeninas de un pañuelo mojado con una solución salina. En realidad, ninguno de los voluntarios logró distinguir el olor, pero eso no fue lo importante. Al inspirar las partículas volátiles de uno u otro flujo, éstas logran entrar en el torrente sanguíneo e interactuar con las glándulas encargadas de producir hormonas. Aunque ninguno de los voluntarios notó ninguna diferencia en el olor de las lágrimas y de la solución salina, el nivel de testosterona encontrado en su saliva fue bastante inferior a los niveles normales. Además, al mirar fotografías o videos con connotación sexual, estos se mostraron mucho menos interesados que de costumbre.
El estudio concluyó que las lágrimas femeninas disminuyen la testosterona en los hombres. Determinó además que el llanto tiene una función bien precisa. Desde el punto de vista evolutivo, las mujeres usarían el llanto para tener bajo control el instinto sexual masculino. Sería una especie de defensa contra la violencia que, en algunos casos, algunos hombres llegan a ejercer por motivos sexuales.
Esta última interpretación puede parecer dudosa, lo que es un hecho son las evidencias fisiológicas. Por eso, la próxima vez que una mujer quiera obtener algo de un hombre tratando de conmoverlo con sus lágrimas, tendrá que pensarlo dos veces, ya que con un nivel de testosterona más bajo sus prestaciones sexuales no serán las mismas. De igual manera, la próxima vez que un hombre quiera conquistar a una mujer haciéndola reír hasta sacarle lágrimas, tendrá que considerar que estas lágrimas disminuirán su performance.
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